Folklore del Estado Amazonas

Folklore

Carombo

Entre el extenso y variado folklore del estado se encuentra las muestras de 62 grupos étnicos, entre los cuales destacan: yanomami, guaito, piaroa, yekuana, yeral curripaco, bare, baniva, puinave, piapoco, hoti, warequena, yaborana. Las manifestaciones folclóricas son ricas en danzas y cantos nativos, son músicas tocados con tipicos instrumentos de vientos y percusión. En cuanto a instrumentos musicales se encuentran el uso del caparazón de morrocoy y las flautas de banbú.

Las distintas etnias tienen la costumbre de celebrar una fiesta Warime cada tres años; dicha fiesta se hace para celebrar tanto una cosecha como los nuevos matrimonios en el ceno de la comunidad. También con motivo de la llegada de las lluvias en el mes de mayo, junio y julio, se realiza danzas indígenas en Puerto Ayacucho y San Fernando de Atabapo.

Su folklore se nutre más bien de las leyendas, historias y relatos en las que siempre esta presente el misterio y lo inexplicable. Pueblo, lagunas, cerros, imágenes, tienen siempre un origen que contravienen de manera invariable las reglas de la lógica o de la biología. Si se trata por ejemplo de la laguna de Cochaconga, dirán que están encantada, que tiene ''formas de pescuezo'' y que al menor ruido provocado por un animal o por el grito de una persona se iniciará una tremenda tormenta en medio de la cual aparecerá un enorme monstruo en forma de vaca, que se enfurece con los extraños.

 Laguna Cochaconga. 

Por eso, quien pasa por el remoto paraje lo hace con el máximo de precauciones para no alterar el silencio del lugar.

La mayor parte de la población del departamento de amazonas es de indígenas y mestiza, siendo notable la cantidad de personas, en algunos casos, comunidades enteras, en las que predomina el tipo español. Desde el tiempo de los incas subsiste leyendas sobre la existencia de gente blanca en estos parajes e inclusive hay versiones recogidas por los cronistas en las que se asegura que aquí se escogían mujeres para el soberano, precisamente porque eran blancas.